Mientras algunos países celebran con “orgullo” el bicentenario de su independencia de España, para los pueblos indígenas esos actos no son motivo de festejos, porque con aquellas independencias se acentuaron la marginación y hasta en muchos casos la explotación y esclavitud de los verdaderos hombres y mujeres que vivieron mucho antes de la llegada de los conquistadores, los verdaderos dueños de ese “continente ensangrentado” (Abya Yala en lengua Kuna) desde 1492 hasta nuestros días.
Esa marginación está presente aún en países con mayoría indígena como lo es México, Ecuador, Bolivia (que celebran el bicentenario, al igual que Argentina, Chile, Paraguay y Venezuela), y donde están habiendo todavía en los albores del Siglo XXI movimientos indígenas que hacen temblar gobiernos o donde se le aplican leyes “antiterroristas” de corte genocida como lo es en el caso de Chile.
Eso significa que tal independencia nunca llegó para los pueblos indígenas, muy al contrario sus territorios fueron divididos en limites y fronteras, dividiendo familias, ocasionando grandes desplazamientos humanos que la historia latinoamericana trata de no registrarlo, el genocidio habido desde 1492 fue mucho mayor que el holocausto de la segunda guerra mundial, muy pocas voces hicieron eco de esa masacre.
Hay que recordar que los supuestos héroes o caudillos si tuvieron entre la gran masa de libertadores a gente indígena, llevados al frente de tropas donde dieron sus vidas, algunos reclutados contra su voluntad, otros creyendo que con esa participación se le iba a reconocer sus derechos ancestrales y un mayor respeto para su cultura, sólo los descendientes de aquellos verdaderos héroes saben que fueron traicionados, porque por la bandera que lucharon nunca llegó a arroparlos como sus hijos.
Así como hace 200 años sigue existiendo “el problema indígena”, por eso en algunos países como Panamá se les dispara todavía a la cara con escopetas para después reconocer que los culpables son los perjudicados, pero eso en los 500 años y más después de los 200 han habido revueltas y revoluciones importantes dirigidos por tropas indígenas a lo largo del continente y, por eso también actualmente los objetivos del milenio no se van a cumplir jamás para los años previstos mientras los gobiernos sigan viendo en sus países y recursos naturales, botín para sus beneficios personales. Si no fuera así ningún presidente después de su mandato iría en estampida a refugiarse a otro país, eso es lo que ha ocurrido en casi todos los países, aún después de sus independencias.
Finalmente queremos exaltar las distintas actividades que se están llevando a cabo en aquellos países por pueblos y organizaciones indígenas, como son en México, “El Foro Nacional: Los pueblos indígenas a 200 años de exclusión”; Chile, la huelga de hambre de los hermanos Mapuches que ha hecho mover a la iglesia, gobierno y políticos de ese país para que el sacrificio de ellos no vaya empañar el bicentenario; Ecuador, Bolivia, Argentina, Paraguay y Venezuela: importantes organizaciones indígenas desde 2009 se han manifestado contra el bicentenario.
“A mí solo me matarán… pero mañana volveré y seré millones”.
Tupak Katari (Bolivia, 1781)
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