sábado, 21 de febrero de 2015

AMORES DE ARINII (FEBRERO)

En homenaje a los 90 Aniversario de la "Revolución Dule" o "Revolución Guna" de 1925, presentó mi primera obra de cuento, destacando que muchos de "urrigan" o guerreros fueron muy jóvenes y estaban en su etapa de primeros amores, son hombres corrientes, al igual que las mujeres gunas, jóvenes es su etapa de casamiento. Los hechos siendo reales es ficción.

Espero publicar pronto el libro, pero como defensor de las libres publicaciones lo pongo a disposición en mi blog, solicitando únicamente el respeto al derecho de autor.


Obra: AMORES DE ARINII (FEBRERO)
Autor: ATENCIO LÓPEZ MARTINEZ
PANAMÁ,2015

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AMORES EN ARINII (FEBRERO)
En honor a los héroes de la Revolución Dule de 1925

Capitulo I. La Despedida

Noche de luna llena, el sonido del viento eleva plegarias, al final de la isla una tortuga desova, una estrella fugaz asoma por el firmamento, pasa una ligera lluvia, la mayoría de la pequeña aldea duerme. Entre somnolientos botes, con pasos lentos avanza una silueta joven, va en busca de la novia y piensa arrancarle bajo las estrellas lo que puede ser el último beso, mañana emprenderá una misión como parte de la guerrilla guna.

El joven alcanzó a su amada cerca del pozo, junto al bohío, un extraño pensamiento lo hizo sobresaltar, -para un guna morir sin tener hijos es no haber existido-, sin mediar palabras fue abrazando y estrechando con fuerza los senos descubiertos, silencio total, llantos contenidos, esto no podía ser una simple despedida. Adentro de la casa, los padres de la mujer contenían la respiración, afuera, además de largos besos, levantaban los brazos para acariciar sus cuerpos, empezando por los cabellos, orejas, ojos, labios, cuellos, hasta arrodillar y pedir a los dioses que esa noche no se acabe nunca. La tierra se estremecía con los sollozos juveniles.

-Quiero confesar querida, al amanecer salgo con camaradas a una misión, el sufrimiento de nuestros hermanos en el otro lado de nuestro territorio indígena es tanto que los sabios como Colman, Nele Kantule y demás líderes nos han reunido y puesto la defensa del orgullo guna, hoy pisoteada, en nuestras manos y con la bendición de los ancestros me obligo a enrolar en la guerrilla, este año dicen que es 1925, en el rostro de la luna y del abuelo sol reflejan guerra y sangre, no me queda otra opción, aunque me duele dejarte, cada vez que empuñe la escopeta y el machete lo haré pensando en ti y cada rabia expresada en el cuerpo del enemigo será por la familia que vamos a conformar, con dulzura hagamos el amor, sintamos que juntos enfrentamos lo que será la liberación de nuestro pueblo o simplemente el final de nuestros sueños.-

Sin más palabras, los jóvenes se tomaron las manos y avanzaron por la playa hasta llegar a un sitio poblado de cocoteros, las palmeras daban la bienvenida, la tortuga regresaba al mar, algún día volvería a esta misma playa, y antes de perderse en el océano pareciera saludar con sus aletas a los dos enamorados, la lluvia ya no era amenaza, bajo la plateada luna solo dos miradas perdidas acariciaban el horizonte.

Bajo el extenso manto de arena blanca, acompañados por el rumor de las olas, los besos eran más que sueños, a pesar de ser fresca la noche el sudor caía copiosamente, los deseos se convertían en pasiones, -lindo es el amor, más aún con el corazón doliente- musitó el joven guerrero, la bóveda celeste daba giros y parecía asomar tsunamis, hasta los murciélagos volaban en círculo tratando de ocultar la claridad de la luna. Se escuchaba desde el oscuro océano cantos sagrados, bendiciones de los abuelos, -bebamos hasta las lágrimas, seguro para mí será la pólvora para enfrentar enemigos y de esta noche tiene que nacer alguien, que si no vuelvo mantendrá mi nombre y coraje-, acertó el joven.

Exhaustos, con las piernas entre la arena y el mar, miraban como una nube cubría la luna y hacía tiritar los cuerpos, -venga olvidemos de mañana y riamos del día que nos conocimos, no podías ni cargar el cesto de mangos, jijiji,- burló ella. Con algo de enojo el otro no podía contestar, a duras penas dijo, -mira, graba mi cara, aun cuando suenen truenos y el mar se tiñe de rojo, tu espíritu habrá fusionado con el mío, el sol ya no será abuelo, tendrá rostro de niño o niña que gozará en plena libertad la autonomía hoy herida-.  

-Empuñaré con tesón el arma, en cada acción tu rostro me iluminará, me acordaré de tu mola, sabured, -oh que curioso tu wini, parece de guerra, jajaja.- Miró la luna y gritó, -¡madre naturaleza quiérame, espero tener en brazos mi esposa e hijo y tener un territorio libre, si no vuelvo que sean felices y en cada tortuga que llegue a desovar me vean llegar trayendo buenas nuevas, aaahhh!!.-

De repente, algo se movió entre los cocoteros, una sombra se acercaba, el joven enamorado se puso en alerta y dispuesto a defenderse, una voz le dijo, -compañero, soy tu amigo Olo, disculpa, quiero decirte que te he cuidado de lejos, ya falta poco para que estemos remando hacía la revolución, no he dormido tampoco, no sé cómo despedir de mis padres-. Venga hermano, dijo el otro, llevemos a Nisgua a casa primero, después donde tus padres y emprendamos la misión.

De la nada cayó el rocío, parecía una enorme lágrima, la luna se escondía en el océano enviando rojos destellos, un gallo anunciaba el amanecer.




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