lunes, 19 de noviembre de 2012

Palestina en mi

No podemos estar callados en estos momentos cuando Israel comete una matanza injusta ante los ojos del mundo, si murieran niños y niñas israelís, Obama y demás cómplices de los judíos ya hubieran condenando, pero los palestinos han tenido que ser los sacrificados desde hace más de 60 años para que Israel "progresara" en tierra ajena. Así como nos solidarizamos con los muerte de más tres millones de judíos por parte de los alemanes nazis en la II guerra mundial, eso no le da a Israel una patente de corso ni licencia para matar cuando les da la gana.

compartimos con ustedes un artículo que escribimos en diario La Prensa de Panamá a finales de 1993 sobre el tema, y como verán sigue vigente después de 20 años.

Solidaridad con Palestina

LA PAZ NO LLEGA A PALESTINA
por ATENCIO LOPEZ

En 1974, Yasser Arafat siendo ya Presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dijo estas palabras ante la Asamblea General de la ONU:”.. he traído un ramo de olivo y un fusil de combatiente por la libertad. No permitan que la rama de olivo caiga de mi mano”. Después de 20 años la rama de olivo estuvo a punto de germinar la paz, pero aún en el momento más indicado sigue imponiéndose los fusiles. La cuestión de Palestina es todavía la causa fundamental del conflicto árabe-israelí. Pareciera haber sido una novela el acercamiento espectacular entre dos “enemigos” el 13 de septiembre de 1993. Arafat y Rabin se estrechaban las manos en los jardines de la Casa Blanca. Todos esperábamos que la intifada pasara a los anales de la historia como el grito de un pueblo clamando libertad desafiando tanquetas de guerra con piedras.

Pero la sangre sigue escribiendo la historia de estos pueblos, tan antiguos y sagrados? Nadie quiere ceder por puro orgullo. El espectro de la “Declaración de Balfour” de 1917, que cambió la historia de Palestina sigue sangrando el Oriente Medio. Ya se presagiaba el recrudecimiento de los choques cuando Israel no cumplió la retirada de sus tropas de los territorios palestinos en diciembre de 1993. Por un lado se están dando negociaciones esperanzadoras para acabar con la guerra en el mundo, por el otro no hay voluntad de ceder. Mientras esos conflictos no se resuelvan no habrá paz para el resto de la humanidad. Así como el mundo se solidarizó con el pueblo judío como víctimas del fascismo en la segunda guerra mundial, no podemos tolerar la represión violenta de parte del ejército judío hacia los palestinos. Si queremos la paz no es momento de catalogar a un solo lado de “terrorista” mientras con el favor de las potencias se asesine fríamente a niños palestinos por sólo unirse al grito de libertad de sus padres.

Este punto del planeta puede convertirse en la chispa que ocasione una guerra con resultados impredecibles para el mundo, por lo que debemos preocupar también por los problemas globales además de locales, al final y al cabo estamos viajando en un mismo barco. Lo ocurrido en Hebrón debe apresurar las negociaciones entre las partes y cerrar pasos a los grupos radicales de Israel y árabes. Estamos seguros que tarde o temprano Israel va a reconocer sus errores y los palestinos acallar sus fusiles en beneficio de la convivencia pacífica y construir un nuevo país con el concurso de todos que en el mundo propugnamos la paz.

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