Actualidad Indígena

A un año de la primera década del siglo XXI, es importante hacer algunas reflexiones sobre el avance del movimiento indígena. ¿Hay avances en cuanto a que los estados entiendan y respeten los derechos indígenas? ¿El movimiento indígena es consciente del papel que le toca como sujeto activo de la historia que ha de escribir de ahora en adelante?

Vagas preguntas que pueden tener respuestas de terror. La historia lo hacen los pueblos y las personas, y uno de esos sujetos son los pueblos indígenas, para escribir, no las historias “Light” ni las enlatadas o ya escritas en memorias de computadoras, que se les adecua a ciertos momentos, sino como hacedores de la verdadera historia, la historia de su desencadenamiento de los estados, de quienes hacen de la cultura simple mercancía o de los territorios indígenas producto de exportación para satisfacer apetitos leoninos de las transnacionales.

El que tiene poder y dinero manda, pero esa moraleja ya no es una máxima para aplicarlos en nuestro medio, porque “aquellos” no son dueños del mundo. Si de verdad hay fronteras, los pueblos indígenas debemos ir demarcándolos ya, para aquellos que creen tener derechos sobre los recursos naturales que hemos conservado por siglos, vayan sabiendo que esos recursos tienen dueño y no hay nada “silvestre” que se pueda colonizar cuando se quiera cometer la acción de robar, después de haber disminuido la cantidad de territorios indígenas, todo el mundo sabe que nuestros territorios siguen siendo las bóvedas de riqueza biológica cultural incalculable, tal vez el último eslabón de la vida, a punto de reventar por la ceguera industrial.

Después de una lucha tenaz que ha hecho posible el reconocimiento de los derechos indígenas, lo que para el capitalismo fue la “década pérdida” los años noventa del siglo pasado, como que hay un retroceso en estos momentos y los estados vuelven a fortificar los espacios para que los pueblos indígenas no vayan a consolidar la plena ejecución de sus derechos.

Sólo hay que ver lo que sucede en Colombia, la masacre continua, mientras en la literatura legal tengamos a ese país como “ejemplo” en el “reconocimiento” de los derechos indígenas, ni que decir de Chile, que para políticos latinoamericanos es “ejemplo” de una “buena democracia, sin que se den cuenta que es un estado opresor y racista, sino que lo digan nuestros hermanos que viven desde hace mucho antes que los chilenos, sólo para citar dos ejemplos.

Aún nos queda mucho por hacer, tenemos que privilegiar los derechos indígenas y tomar cada uno su sitial, no importa donde, hay que invadir todos los terrenos donde se discuten nuestros derechos, ya no podemos dejar que otros alegremente negocien por nosotros, ese nuevo siglo a diez años de haber empezado, es nuestro.

Y uno de esos medios destacar nuestras luchas son las nuevas tecnologías, por eso desde nuestro blog saludamos al Portal Global Indígena, que está entrenando a un grupo de hermanos y hermanas como utilizar esas herramienta, que deben ser de trabajo y liberación.

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