VERANO

Mes de sol resplandeciente en Kuna Yala, los vientos alisios hacen que el mar se enfurezca, haciendo recordar que le debemos pleitesía y algunas alabanzas para no arremeter su enojo con las comunidades.

Las islas comienzan a vestir sus mejores galas, hacen trenzas con palmas de cocos, que a su vez cual brazos al viento saludan a todo el que pasa cerca de sus playas, obligando al navegante echarse a cristalinas aguas e ir en busca de alguna estrella que no sabemos si vino de arriba o ha estado siempre inmerso entre vivos corales.

En el pueblo el mismo viento barre las calles, y sobre hombros lleva gritos de niños a otro confín del planeta, más al sur enormes nubarrones descansan sobre la cordillera y hace que las noches sean más frescas y cualquiera sueña con lejanos amores que ya no tienen el mismo olor.

Es verano, momento de levantar temprano y vagar por Kuna Yala entre mareas, islas, sol, viento e incluso intensas lluvias con lo cual puedas mezclar tus lagrimas y sentir el ardor de tu orgullo, de tus ancestros y lucha para que esta tierra no te lo secuestren.