A Marie Boyd (Q.E.P.D.)
Vuela por el infinito
golondrina pasajera
tu estela ilumina nuestras noches,
tu presencia agita gotas de rocío
inunda pupilas,
cómo entender que mañana
tu cuerpo cual semilla
reverdecerá campiñas gunas,
florecerá el amor infinito
al atardecer escucharemos
las melodías que siempre
alegran corazones y espíritus,
quedan recuerdos
asoman futuros
añoranzas,
sobre tu altar
quedan aromas de cacao
rastros de achiote,
tu rostro perenne,
el amanecer sin tu sonrisa
ya no será el ayer
de sol radiante,
Duerme en paz
Querida golondrina.
1 de marzo de 2013
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